
Para encontrar los agujeros negros gigantes, comenzar con Júpiter
En la búsqueda de agujeros negros previamente no detectados que son mil millones de veces más masivas que el Sol, Stephen Taylor, profesor asistente de física y astronomía y ex astrónomo del Jet Propulsion Laboratory (JPL), junto con el Observatorio de América del Norte Nanohertz de ondas gravitacionales ( NANOGrav colaboración) se ha movido el campo de la investigación presentada por encontrar el lugar exacto, el centro de gravedad de nuestro sistema solar, con la que medir las ondas gravitacionales que indican la existencia de estos agujeros negros.
El potencial que presenta este avance, co-escrito por Taylor, fue publicado en la revista Astrophysical Journal en abril el 2020.
Los agujeros negros son regiones de la gravedad pura formado a partir de espacio-tiempo muy deformado. Encontrar los agujeros negros titánicas la mayoría en el universo que están al acecho en el centro de las galaxias nos ayudará a entender cómo estas galaxias (incluyendo el nuestro) han crecido y evolucionado a través de los mil millones de años desde su formación. Estos agujeros negros son también laboratorios incomparables para probar las hipótesis fundamentales de la física.
Las ondas gravitacionales son ondulaciones en el espacio-tiempo predicha por la teoría general de la relatividad de Einstein. Cuando los agujeros negros orbitan entre sí en pares, que irradian ondas gravitacionales que el espacio-tiempo se deforman, expandir y comprimir el espacio. Las ondas gravitacionales se detectaron por primera vez por el Observatorio gravitacional Interferómetro láser de onda (LIGO) en 2015, abriendo nuevas perspectivas sobre los objetos más extremos en el universo. Mientras que observa las ondas gravitacionales LIGO relativamente cortos mediante la búsqueda de los cambios en la forma de un niño de 4 km de largo detector, NANOGrav, una Fundación Nacional de Ciencia (NSF) Física Frontiers Center, busca cambios en la forma de nuestra galaxia entera.
Taylor y su equipo están en busca de cambios en la tasa de llegada de destellos regulares de ondas de radio de los púlsares. Estos púlsares están girando rápidamente las estrellas de neutrones, algunos van tan rápido como una batidora de cocina. Ellos también envían haces de ondas de radio, apareciendo como faros interestelares cuando estos haces de barrido sobre la Tierra. Más de 15 años de datos han demostrado que estos púlsares son extremadamente fiables en sus tasas de llegada de pulsos, que actúan como relojes galácticos pendientes. Cualquier desviación de temporización que están correlacionados a través de un montón de estos púlsares podrían señalar la influencia de las ondas gravitacionales warping nuestra galaxia.
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fuente: Vanderbilt University. "To find giant black holes, start with Jupiter." ScienceDaily. ScienceDaily, 30 June 2020. <www.sciencedaily.com/releases/2020/06/200630125136.htm>.